jueves, 12 de julio de 2007

VOSS

Hoy dia inolvidable. Cerca de Bergen, desde Voss, hemos trazado una ruta circular, parte en bus, parte en barco y parte en tren ascendente. Maravilloso; fiordos que parecen lagos, islas que parecen peninsulas y viceversa. Cascadas inmensas, cientos de ellas, repartidas aqui y alli. Agua limpia descendiendo de las montanias... Paso a detallar todo.
Salimos a las 10 de la mañana hacia Voss. Dejamos atrás la lluvia de Bergen, que es un puro equilibrio; nunca dice una palabra más alta que otra. Lanza sus gotas que son como diminutas bombas inofensivas, y no recoge ninguna, desciende hacia los huecos dolorosos de la ciudad. Calabobos. Lo llamamos aquí. Esto debe ser el ir viajando, un irse guardando del lado de la lluvia. Pero la lluvia de Bergen es una lluvia inactual, absoluta, obstinada.

De camino a Voss observamos fiordos, cascadas, árboles, pedruscos que parecen de mentira. Parecen puestos ahí por un pintor que, pudiendo haber colocado ahí otra cosa se ha decantado por el realismo más elemental, más puro.


Llegamos a Voss a las 12:15. Visitamos la iglesia y la zonas colindantes. Da la sensación de que en esa pequeña ciudad sólo viven turistas. A las 2 salimos hacia Gudvanen en un autobus lleno de ingleses. Resulta que me coloco en el lado bueno del bus, el que da a los lagos, ríos y pueblecitos que atravesamos. Dani y yo hemos comprando el billete con el carnet de estudiante. El mío lleva caducado 5 años; lo que pasa es que no lo miran nunca. Se fijan en uno, en la cara de uno, y al parecer da el pego. Al menos hasta ahora, ya que alguno ya empieza a extrañarse cuando le digo que soy estudiante. Hacemos una parada en un hotel elevado, desde donde se puede disfrutar de unas magníficas vistas.



Una vez en Gudvanen, comemos embutidos varios con pan, y nos montamos en un barco. Trato de identificar en un mapa cual es el brazo de fiordo que recorreremos, si el Aurlandsfjord o el Norsyfjord. Tras unos segundos de confusión, decido guardar el mapa y prestar atención total al espectáculo que se nos venía encima: uno de los mejores viajes en barco que he realizado jamás, tan sólo comparable a uno que realicé en el Delta del Danubio.

En dos horas llegamos a Flam, a orillas del fiordo Aurland. Allí tomamos un café y esperamos a la salida del tren turístico más célebre de Noruega: el Flamsbana. El recorrido ascendente de este tren está lleno de sorpresas; cascadas, desfiladeros, barrancos.. En menos de una hora, el tren atraviesa una veintena de túneles. Durante el trayecto asombran las panorámicas en las que cobran especial protagonismo las cascadas que caen desde los riscos y barrancos que recorren sus vías. Llama la atención el túnel en espiral que serpentea por dentro y fuera de la montaña y atraviesa el río y el fondo del valle hasta tres veces. El tren hace una parada de unos minutos en la cascada Kjosfossen. Donde hice algunas grabaciones de vídeo






Llegamos a las 6 a la estación de montaña de Myrdal y de allí, cogemos un tren convencional hacia Voss, completando el círculo. Hemos observado tantas maravillas de la naturaleza que todavía no hemos sido capaces de digerirlas.

1 comentario:

natalia manzano dijo...

se te ve bien, ocurraloqueocurra.
saludos, n.m